María del Carmen Hellión

Vie, 05 Feb. 2021 | 10:36
Química Farmacéutica

Es docente investigadora del Laboratorio de Farmacología del comportamiento, de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Asunción (FCQ-UNA). Realizó la especialización en Farmacología, de la Universidad Médica y Farmacéutica de Toyama (Japón). Su línea de investigación en plantas medicinales es la Farmacología del comportamiento y desde el 2011, se encuentra categorizada en el Nivel II del Programa Nacional de Incentivos a los Investigadores (PRONII) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).

En esta entrevista, nos cuenta por qué decidió dedicarse a la investigación y cómo empezó su interés por la ciencia. Además, nos habla de sus trabajos actuales y de sus aportes para la ciencia paraguaya.

¿Cuándo y cómo nació su interés por la investigación científica?

Primero lo soñé, mi pasión siempre fue investigar algo nuevo, innovar y con ello dejar huellas de mi labor, en beneficio del país. Cuando fui becada al Japón, empecé a plasmar esa bella realidad.

¿Por qué decidió dedicarse a la investigación?

Primero que nada, no me gusta la rutina me encanta el dinamismo de la vida. Para mí, investigar es crear, abrir horizontes, forjar la mente y estoy apasionada por la maravilla natural del funcionamiento del sistema nervioso central, las neuronas y por tanto en la neurociencia. Si llegásemos a comprender la importancia de cuidar nuestra salud mental, toda nuestra integridad, sabríamos que nuestro bienestar depende del buen manejo de las informaciones que llegan y salen de nuestro cerebro. Probablemente, no dependeríamos de tantos medicamentos, ni de factores que nos esclavizan de por vida afectando nuestra calidad de vida.

¿Cuáles son sus principales líneas de investigación?

Mi principal línea de investigación, está focalizada en la evaluación fármaco-toxicológica de las plantas medicinales del Paraguay empleadas como ansiolítico, antidepresivo y últimamente plantas empleadas para el dolor y la inflamación, entre otras. La Farmacología del comportamiento, es parte de las neurociencias, y dentro de la misma realizo experimentos utilizando distintos modelos animales (de ansiedad, depresión, dolor, inflamación) a efectos de identificar, reconocer o rescatar plantas con potenciales sanitarios relevantes en condiciones preclínicas y que puedan servir de base para estudios clínicos a corto plazo.

¿Tuvo algún mentor o tutor que haya marcado u orientado su línea de investigación más importante? Si lo tiene ¿Quién es o fue, y qué fue lo que más le inspiró de esa persona?

Tuve varios mentores. Todos los investigadores japoneses con quienes he trabajado y los investigadores del Departamento de Farmacología de la Escola Paulista de Medicina fueron indispensables en mi formación. Los primeros me deslumbraron con la tecnología de punta y los segundos me ayudaron a aterrizar en la realidad latinoamericana. Todos mis mentores fueron investigadores que marcaron mi formación y entusiasmo por la ciencia. Tengo que recalcar que, cada uno a su manera, me fortaleció; con su don de la humildad, el don de gente, de compartir conocimientos sin egoísmo y con valores, fue una influencia insondable hasta hoy día. Lo que recibí es invalorable, no me queda otra que retribuir haciendo lo mismo con nuestros jóvenes quienes son los recursos presentes para la sostenibilidad de la formación del mañana. La ciencia me brinda alegría profunda de vivir, no me da tiempo a una vida sin compromisos ni de vivir en frustraciones permanentes.

¿Cuántos artículos ha publicado? ¿Sobre qué temas?

He publicado alrededor de 20 artículos con el equipo de farmacología, sobre efecto ansiolítico, antidepresivo, antiagresivo, antihipertensivos, hepato y nefroprotector de plantas medicinales por administración aguda o crónica en ratones.

¿Cuál cree usted que ha sido el aporte más significativo que ha dado a la ciencia y al Paraguay en sus años de trabajo?

Considero que el aporte más significativo es la generación de nuevos conocimientos y la formación de recursos humanos en ciencias. Estos conocimientos o RR HH formados, permitirán más tarde o más temprano, la toma de decisiones en la implementación de Políticas públicas de alto impacto en educación, salud y economía mejorando gradualmente la calidad de vida de nuestros conciudadanos.

Además, puedo mencionar la capacidad real instalada en Farmacología del Comportamiento, dentro del Departamento de Farmacología, en la Dirección de Investigación de la Facultad de Ciencias Química de la Universidad Nacional de Asunción (FCQ-UNA) es una realidad. La capacidad de diseño, construcción y validación de equipos para evaluar la influencia de plantas medicinales sobre el comportamiento de los animales (Laberinto en Cruz elevado para evaluar actividad ansiolítica, natación forzada y suspensión caudal para evaluar actividad antidepresiva, placa perforada o Hole-board, campo abierto, barra giratoria etc.) hace sostenible y sustentable esta noble actividad. Todos permiten evaluar el perfil de actividad locomotora, exploratoria y parámetros etológicos. Dependiendo del diseño experimental del trabajo, pueden ser asociados más de un instrumental para responder a las cuestiones centrales de lo investigado.

En el mismo sentido, en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Itapúa, se ha creado e implementado capacidades mínimas en Farmacología experimental contando actualmente con un Bioterio (Centro de animales), contrapartida del proyecto 14-INV-025 financiado por el CONACYT e instrumentales para estudios comportamentales, así como para evaluar el dolor e inflamación experimental.

¿Cuáles son las limitaciones para realizar investigación en Paraguay?

En Paraguay existen limitaciones estructurales que deben ser desmontadas. Por un lado, las universidades nacionales no logran focalizar cuáles son sus metas prioritarias. Aquí los investigadores no están escalafonados. Por otro lado, el Estado no tiene la dinámica requerida para la actividad científica y se tiene miedo a los científicos. La aparición del CONACYT ha dado un gran impulso a la Investigación Científica en el Paraguay. A partir del CONACYT adquirimos visibilidad. Actualmente, la limitación grande que tenemos es la falta de renovación de equipamiento analítico de punta. Contamos con laboratorios con equipamientos analíticos obsoletos y con el agravante de que las compras públicas son inadecuadas e impredecibles y los recursos siempre son insuficientes para equipamiento pesado. Además, la burocracia engorrosa, que, asociados con proveedores inescrupulosos, pueden desanimar la investigación y el futuro de los científicos.

¿Qué cualidades se necesitan para hacer investigación en Paraguay?

Se requiere de disciplina, mucha paciencia, y perseverancia.

¿En qué se encuentra trabajando actualmente?

Con la situación de la pandemia estoy centrada en:

1- Evaluación y Tutorías de Maestrías en Ciencias Biológicas, financiadas por el CONACYT.

2- Elaboración de manuscritos para la publicación de resultados de Proyectos recientemente concluidos.

¿Cómo ve el rol de la ciencia para frenar la expansión de la COVID-19?

El rol de la ciencia es fundamental, solo que el tiempo limita el accionar de la misma. Muchos paradigmas utilizados en la producción de medicamentos (basados en la evidencia) no son aplicables en esta instancia. A mi criterio frenar la expansión de la COVID-19, está en fortalecer la educación. Si se le da cabida, la ciencia puede frenar y revertir las dificultades educativo-sanitarias mediante los recursos humanos capacitados. Al no contar con recursos humanos capacitados, se ofrece una tremenda debilidad a los problemas emergentes para el sistema de salud. Por ello, lo más importante es seguir capacitando a los jóvenes y qué mejor momento para incentivar la Investigación Científica sabiendo que "el que canta es el canario y no la jaula"

¿Cuál es la importancia de la investigación en el contexto de la pandemia por el coronavirus?

La investigación científica es el ámbito natural donde se encontrarán las soluciones. Sus herramientas darán con la clave y los criterios para resolverla. Ser críticos, no dar todo por sentando, ni tampoco llegar al extremo de cuestionar todo sin fundamentos, son características que permitirán acercar soluciones al tema.

¿Le ha pasado algo curioso o anecdótico durante alguna investigación?

Con relación a la historia o anécdota que me impresionó, puedo mencionar la experiencia enriquecedora, ocurrida en el interior del país, dentro de un proyecto de conservación de bosques y rescate del uso de plantas medicinales, en donde un componente de los trabajos era el apoyo a escuelas primarias mediante talleres de popularización de las ciencias. Realizamos experimentos caseros de ciencias naturales, química, física y biología para atraer la atención de las criaturas. Los niños de primaria se mostraban impresionados con todas las actividades que compartimos, pero las aptitudes desarrolladas de manera espontánea, hacia el compromiso de querer realizarla, fue demostrativo de que el talento puede aflorar cuando se estimula con alegría, espontaneidad y apertura. Se involucraban desde el inicio y cada uno se enganchaba con las actividades con gran compromiso y fue un deleite percibir las ganas, las fuerzas, las energías constructivas desplegadas en busca de un logro impensable para estos niños de un recóndito lugar, de un simple vivir pero que como estopa embebida con combustible se enciende ante la chispa de la ciencia y permanece iluminado y ojalá para siempre. La educación temprana en ciencias debe ser una norma en nuestro país.

¿Cuáles son sus sueños o metas relacionados a la ciencia y a la investigación?

Como docentes tenemos un semillero de jóvenes formados en la Ciencia, tanto en nuestro país como en el extranjero. Ellos son nuestra mayor riqueza y orgullo; y sueño que el semillero que retorna sea incorporado en las universidades y así vaya incrementando y produciendo la revolución humana-tecnológica necesaria, apegada y basada en los valores.

¿Qué les diría a los que desean dedicarse a la investigación?

Que el mundo de la ciencia es apasionante y si la vocación va de la mano, la alegría de vivir estará en cada proceso mental conducente al bien común. La investigación científica es el medio real y auténtico que podrá sostener el desarrollo y la innovación en el Paraguay por su incidencia directa en la academia, donde está abocada la labor de todo científico. Trabajar en ciencia es apasionante, nos permite crear, innovar, cultivar valores como la paciencia, la humildad, la solidaridad, a trabajar en equipo. Sobre todo, nos brinda la alegría de que con la sumatoria de nuestros esfuerzos se generen soluciones a los acuciantes problemas del país.

¿Cuál sería su mensaje para los médicos jóvenes y para los profesionales de la salud que trabajan para combatir la COVID-19?

Que basen sus esfuerzos en la parte humana, para fortalecer la educación, que es la base preponderante, no solo para enfrentar esta pandemia, sino todos los problemas emergentes del país. Que inviertan en su formación.

Por otra parte, a los médicos jóvenes, es necesario que se les respete sus derechos humanos (focalizado en un único sitio laboral) y las herramientas de labor (tiempo, recursos y espacios) para generar conocimientos prioritarios para la nación.